La escuela primaria El Colibrí Azul nació en el año 2016, movilizada por la necesidad de tres familias por encontrar un espacio distinto para la educación de sus hijos.

Podemos describir la foto que marcó nuestro comienzo insólito y que es, a su vez, la esencia del proyecto: tres niños en un segundo grado, sin un pizarrón.

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Esta foto es para nosotros un símbolo de nuestro proyecto, ya que habla de la viabilidad de llevar adelante nuestro sueño: enseñar a partir de establecer vínculos. Con escasos recursos materiales (un pizarrón) el encuentro pedagógico fue posible. Hubo enseñanza, hubo aprendizaje. Pero primero hubo vínculo. No estábamos tan equivocados: nuestro sueño lentamente se hacía realidad y, ese mismo año, seis familias más se sumaron a la iniciativa, movilizadas por la misma inquietud. El crecimiento del grupo inicial dio como resultado un multigrado, un primer ciclo de 1er y 2do grado integrado.

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En 2017, debido a la demanda de vacantes, abrimos un primer grado. Los maestros y maestras fuimos respondiendo a esta necesidad y terminamos el año con más de 20 estudiantes.

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En 2018, abrimos un 5to grado y seguimos creciendo e incorporando profesionales al equipo, para satisfacer los requerimientos que los grupos demandaban. De esta forma, se enriquecieron los talleres y sumamos: labores, cerámica, música, plástica, inglés, arte marcial, tai chi y arquería.

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Actualmente tenemos 97 estudiantes, de primero a séptimo grado. Nuestro equipo de trabajo continúa creciendo e incorporando energías y experiencias nuevas para brindar a todos los niños diferentes estímulos. Abrimos las puertas a otras instituciones, ya que entendemos que es en comunidad con otros profesionales donde hay un verdadero intercambio y aprendizaje entre pares y con los chicos.

Durante estos cuatro años hemos afirmado la idea de mantener una mirada sincera y atenta hacia los niños; por tal motivo, consideramos fundamental trabajar en las aulas con 5 grupos reducidos y al mismo tiempo generar espacios de trabajo que permitan contemplar y atender activamente las desigualdades de muchos. Con tal fin, nuestra proyección intenta brindar ayuda a todos los sectores sociales. Actualmente estamos trabajando con distintos comedores de la ciudad, a los que visitamos con alimentos y donaciones de distinto tipo.

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Consideramos a la realidad social indisociable de la escuela: no somos “lo que tenemos para comer” o “los que no tenemos para comer”, “lo que tenemos para abrigarnos” y “los que no tenemos para abrigarnos”. Nuestra visión y comprensión del mundo no puede reducirse al “tenemos”.

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Creemos que simplemente formamos parte de una sociedad con desigualdades y

diferencias, las cuales son reconocidas y atendidas por el equipo de trabajo de la escuela y también por los estudiantes y sus familias.

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Nuestra función es la de dar a nuestros estudiantes la mayor cantidad de oportunidades posibles para su desarrollo anímico e intelectual tanto dentro como fuera de la escuela.